Son innumerables las veces en que suena el teléfono y al momento de contestar, el silencio se apodera del otro lado de la línea.
Y es común vivir esta experiencia al momento de recepcionar las “llamadas fantasmas”, que genera insatisfacción en los clientes, y a través de las redes sociales se expone el rechazo, a lo que hoy se considera como “spam telefónico”. Y que también se corre el riesgo de perjudicar la imagen de las empresas que están detrás de ellas.
¿Qué son las llamadas fantasmas?
Es de conocimiento que detrás de las “llamadas fantasmas” están los centros de atención telefónica, conocidos como call centers, los cuales prestan sus servicios a entidades financieras, empresas de telecomunicaciones, compañías de seguros, siendo los más comunes.
En más de una oportunidad, las “llamadas fantasmas” se producen porque funcionan con un sistema de automatización de llamadas programados para “optimizar al máximo el tiempo de los teleoperadores”.
Tal como refieren, estadísticamente estos sistemas saben cuánto dura “en promedio” una llamada, por lo que de manera automática y aleatoria contactan a los clientes –del lote de números telefónicos que tienen– con la finalidad de que los teleoperadores no pierdan tiempo.
El detalle es que cuando no hay operadores disponibles, se produce ese vacío que usted ha experimentado y nadie contesta después de nuestro “aló”, por lo que algunos segundos después la llamada se corta.