El número de países que intentan protegerse de la nueva variante ómicron del coronavirus está aumentando, con la prohibición de vuelos desde las naciones de África austral donde se cree que ya circula, aunque se sospecha que esta variante pudo haber llegado y aumentado en otras zonas.
Al mismo tiempo, el gobierno sudafricano se siente «castigado» porque cree que restringir los vuelos desde su territorio en segundo plano está castigando su avanzada capacidad para detectar variantes más rápido que otros.
La variante ómicron ha provocado que muchos países suspendan los vuelos al sur de África. Debido a la gran cantidad de mutaciones que presenta, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está preocupada porque se han detectado unos 30 casos en solo dos semanas. Los casos confirmados no son sólo en Sudáfrica sino también en la vecina Botsuana, en Hong Kong o en Bélgica.
En Alemania, también son cautelosos: según Kai Klose, ministro de Asuntos Sociales del Estado Federal de Hesse, la variante ómicron probablemente ya haya llegado al país por las características encontradas en un viajero del sur de África.
«Un viajero procedente de Sudáfrica presentaba anoche varias mutaciones características de ómicron. Existe por lo tanto una sospecha elevada. La persona en cuestión se encuentra en aislamiento domiciliario», precisó el ministro.
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